Siempre lo tuviste, solo has de recordar quién eres. Tu esencia.
En realidad funcionamos como pilas. Dentro de cada persona coexisten el polo negativo y el positivo. Cuando conectas con tu confianza y seguridad despiertas en ti tus fortalezas, habilidades y dones. Te muestras natural. Y desde ese lugar más sólido puedes valorarte y reconocer tus heridas de infancia, aceptarte y aceptar desde el amor a ti tus propios miedos y carencias afectivas. Y activar nuevas creencias (tus certezas) que te faciliten la vida.
Parece sencillo cuando lo cuento, ¿verdad? pero ponerlo en práctica es el gran reto…